Elisa Amo

Bolivia

Cuentos de experiencias de estudio en Japón de los becarios del Nikkei Scholarship "Proyecto de realización de sueños" 〜 Elisa Amo

¿Por qué querías ir a estudiar en Japón?

Debido a que el sistema educativo boliviano en general y más que nada en el área de diseño de moda no es muy alto, decidí venir a Japón, país reconocido por ser una de las capitales de la moda a nivel mundial. Cuando descubrí la existencia de Bunka Fashion College, me di cuenta de que en esa universidad las técnicas, el conocimiento y las oportunidades que se me abrirían no se podían compararcon las que tendría en Bolivia. Esto aumento mis deseos por venir a Japón a estudiar diseño de moda. Aparte de eso, el hecho de que mi madre sea japonesa, despertó curiosidad en mí, sobre una de las culturas que llevo en mi sangre.

¿Cómo es tu vida en Japón?

Este primer año, sentí que mi vida cambió en muchos aspectos. Empezando por las diferencias culturales entre Bolivia y Japón. Las costumbres, la dieta, el transporte público, el idioma, etc. Todo es diferente. Aparte, es la primera vez que me toca vivir sola. Hubieron muchos momentos en los que me sentía sola, ya que Tokyo es una ciudad muy grande y en constante movimiento. Hay mucho que aprender y todo pasa muy rápido, pero gracias a los miembros de la NFSA siento que pude superar los obstáculos y desafíos que tuve en este primer año de la beca. La vida en Japón me ha dado la oportunidad de conocer un poco más a fondo la historia de mi familia de parte de mi madre, como también la migración que hubo de Japón hacia el continente de América. Estoy muy ansiosa por seguir aprendiendo cosas los siguientes años.

¿Cuál es tu estudio o investigación?

Este año estudié en SNG (Shinjuku Nihongo Gakko), en otras palabras, me dediqué a estudiar el idioma japonés, como también las costumbres de Japón. Siento que desde que llegué a Japón mi nivel de japonés ha mejorado. A partir de esto, me siento con más confianza para movilizarme en mi día a día. Estudiar en SNG, me permitió conocer a personas de diferentes países, como también las costumbres de cada uno. En los últimos niveles, mis compañeros de clase eran en mayoría de países asiáticos, esto hizo aún más interesante la clase. Esto se debe a que como no provengo de un país que utiliza kanjis, me vi forzada a estudiar aún más fuerte los kanjis para así poder nivelarme con los otros estudiantes que si provenían de países que usan los kanjis en su idioma.

¿Mediante el estudio en el extranjero ha cambiado tu conciencia de ser nikkei?

Si, siento que la imagen que tenía en mi cabeza sobre la comunidad Nikkei y que significa ser Nikkei cambió por completo. Esto fue a través de las diferentes actividades que realizó la beca como: los seminarios en cada estación del año, el Youth Kaigi, el speech contest (concurso de oratoria), entre otros. El poder intercambiar opiniones, ideas y sueños con otros Nikkeis fue una experiencia única. Definitivamente, en un futuro me gustaría poder contribuir al crecimiento de la comunidad Nikkei.

¿Cuál es tu sueño en el futuro?

Mi sueño es algún día poder mezclar la cultura japonesa y boliviana a través de las telas. Adquirir conocimiento sobre la industria de la moda en Bunka Fashion College y poder llevar ese conocimiento a mi país. Junto a esto, también me gustaría ayudar al crecimiento de la industria de la moda en Bolivia, ya que esta se encuentra en pleno progreso. Por último, a través de este proyecto, algún día poder mezclar no solo la cultura boliviana y japonesa, sino de muchos países, para que así la gente comience a retomar el interés sobre sus países y sus costumbres.

¡Un mensaje para los que ahora o más adelante quisieran estudiar en el extranjero!

Mi único consejo es que no tengan miedo de perseguir sus sueños. El poder estudiar en Bunka FashionCollege, que está entre los primeros puestos en el ranking de las mejores instituciones de diseño de moda( a nivel mundial), parecía imposible. Si uno tiene las ganas, es perseverante y es ordenado, los sueños se pueden cumplir.
Por ultimo hacerles recuerdo, que no son las únicas personas que dejan sus países por seguir sus sueños. ¡Al principio todo cuesta, pero vale la pena cada lagrima y gota de sudor!